Con el tiempo, me he dado cuenta que entre más dinero ganas, más gastas. En efecto, puedes darle todo lo que le hace falta a tu familia y compartir tiempo con ellos, pero siempre vas a querer ganar más para gastar más. Esto lo he podido comprobar con mis propios ojos, incluso de las personas que hablan de haber obtenido la idealizada «libertad financiera».