Si el dólar va para arriba: ¿Por qué no dolarizar la economía colombiana y ya?
Durante muchos años, se ha escuchado la idea de dolarizar la economía pensando en lo cercanos que somos a Estados Unidos y en que tenemos grandes relaciones comerciales con ellos. Y es precisamente en estos últimos momentos de crisis por los que ha pasado el país en donde se vuelve a tocar este tema, pero esta opción solo se debería tomar en situaciones de alta inestabilidad económica e hiperinflación, lo cual a la fecha no nos ha tocado vivir.
Pero ¿qué implicaciones tiene dolarizar la economía colombiana?
Cuando un país se dolariza, lo primero que ocurre es una reducción en la inflación, lo cual al final lleva a reducción de tasas de interés y que el aparato productivo de la economía vuelva a funcionar gracias a que las personas comienzan a consumir. (Esto ya lo vimos en Instagram, si no entiendes como funciona la inflación y el Banco de la República te invito a que lo veas).
A simple vista parece una buena alternativa, pero en este caso, hay que tener en cuenta que el Banco de la República desaparecería y por ende quedamos dependiendo de lo que ocurra en un gobierno externo a nosotros, en este caso Estados Unidos. Significaría que el Banco de la República no podrá actuar como prestamista para nuestro sistema bancario y gobierno. Y también, mientras se nivelan los precios tendríamos una inflación más alta a la actual y la conversión de lo que tenemos a dólar generaría perdida de patrimonio de forma inmediata.
Adicionalmente, y son otras menos comentadas, son las muchas reformas que se deben generar para poder pasar el aparato productivo a dólar, tales como los costos de los productos y los salarios. Así mismo, al estar dolarizados, todos «ganaríamos más» mensualmente y por ende los productos seguirán el camino de la dolarización.
En cuanto al turismo, dejaríamos de ser un destino bajo costo para muchas personas. En cuanto a las exportaciones, podríamos dejar de ser competitivos en precios frente a otros países con monedas devaluadas y sería un reto. Las importaciones tendrían el escenario opuesto y sería más barato importar de países con monedas devaluadas.
¿Qué opino yo?
Por el momento, en la región, hemos visto procesos de dolarización en economías hiperinfladas como la de Ecuador (que ya es oficial desde 1999) y en Venezuela, que se viene realizado de forma paralela por sus propios habitantes (no es oficial, pero tampoco es rechazada). Pronto veremos a Argentina tomando este camino.
Para Colombia, hoy por hoy, el escenario es poco probable y tendríamos que enfrentarnos a escenarios de hiperinflación para que se abra un debate serio entorno a esto. Nuestra economía históricamente ha sido fuerte, estable y ha generado confianza en la inversión.
